viernes, 16 de octubre de 2020

martes, 13 de octubre de 2020

Descarga libro: La Independencia Financiera de invertirendividendos.com

 Una buena guía para empezar, creada por invertirendividendos.com


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La Independencia Financiera. Edición 2017

Una «primera» guía para ser dueño de tu futuro 

¿Alguna vez te preguntas si tendrás una pensión que te permita vivir holgadamente? ¿Consideras importante tener unos conocimientos básicos para gestionar tu patrimonio? ¿Te has planteado alguna vez como sería tu vida si pudieras disponer de tu tiempo como a ti te apetezca incluso antes de jubilarte?

La primera pregunta me asaltó hace ya unos años, la respuesta que me dí fue tan clara que directamente llevó a la segunda, a preocuparme por mis finanzas y a descubrir una afición hasta ese momento «aletargada».

La tercera surgió tras una evolución en mi estrategia de inversión, al empezar a poner en marcha una cartera «permanente» (no en el sentido de Harry Browne), ver la evolución de la cartera, las rentas que generaba y como el interés compuesto y los años podían hacer crecer la bola hasta niveles que me permitieran no depender de mi sueldo para vivir holgadamente. 

Si te haces estas preguntas, o al menos alguna de ellas, estás en un pequeño grupo de elegidos, sobre todo en un país como España donde la inversión y la gestión del patrimonio propio se ve como «algo de ricos».

Desde pequeños estamos inmersos en una sociedad con mentalidad de consumo y corto plazo, lo que con el tiempo nos lleva a que nuestra economía no llegue cómodamente a final de mes, por mucho que crezcan nuestros ingresos. «En el futuro ya se encargará el estado de darme una «pensión digna», que para eso he cotizado . . . . . » Ufffff

Sin embargo, si giramos la cabeza y pensamos en términos de ahorro, inversión y largo plazo, nuestra vida futura puede ser muy diferente. Es imprescindible para cualquier persona dedicar un tiempo a gestionar tu patrimonio, ese que te cuesta un mundo ganarte trabajando, para que en un momento dado te sirva de «red de seguridad».

Existen muchas formas de hacer esta gestión del patrimonio, ni siquiera pienso que la Inversión en Dividendos sea la mejor opción, ni la única válida, es una más, sencilla y que creo que está al alcance de la mayor parte de la gente (tanto por medios como por conocimientos necesarios) y que posiblemente sea muy efectiva si la complementamos con otras como se comenta en el libro, pero que es suficiente para nuestros objetivos si no
queremos complicarnos la vida más de lo necesario. 

La mayor desventaja de este método, es que cuando cobras tributas, sobre todo en España que no disponemos de cuentas con imposición diferida como en USA, luego no es fiscalmente óptima.

Pero sinceramente, la experiencia y mi evolución me ha enseñado que el debate sobre qué método de inversión es el mejor es estéril y no lleva a ninguna parte, cada persona debe formarse, aprender y según su forma de ser y ver la vida, elegir el que se le adapta mejor, cada uno debe buscar una estrategia de inversión que le guste y con la que se sienta cómodo (incluso combinar varias de estas estrategias para tratar de buscar lo mejor de cada una).

Esta fue una nueva evolución como inversor, que ya se empieza a notar en algún capitulo del libro donde se introduce el uso de carteras «secundarias» (e imagino que no la última, la edad y la experiencia enseña a no despreciar nada, se puede aprender de muchas fuentes y todas enriquecen).

Actualmente mi visión se aproxima mejor a un mix de este estilo:

  • Cartera de Dividendos. Para mi la básica, la principal, una cartera de donde obtener las rentas que cubran mis gastos, de forma que no tenga que hacer nada, ni pensar cuando vender ni complicarme la vida con el 4%, todo en modo automático. 
  • Cartera Acciones Permanente. La única diferencia con la anterior es que son empresas en las que el objetivo principal no es un dividendo que genere una renta (algunas pueden pagar algún dividendo, pero no es el punto fundamental, ejemplo Disney). Grandes negocios con alguna ventaja competitiva que pienso les va a permitir existir «siempre» y por eso compro para mantener «toda la vida». Mejora la eficiencia fiscal al no tributar y como no me hace falta vender «para comer», no me crea preocupaciones. 
  • Fondos Inversión. Pueden ser de diferentes tipos, según gustos, indexados, value, etc. (incluso puede haber de varios tipos) pero muy importante, en principio, al igual que las acciones de las anteriores carteras, «para mantener toda la vida», aportar y olvidarte. Deben ser fondos que entiendas y encajen con tu filosofía y en los que haya un gestor en el que confíes plenamente. 
  • Cartera Acciones Temporales. Esta parte es opcional, para matar un poco el gusanillo «especulativo». Son negocios que no alcanzan la categoría «TOP» (a mi entender por supuesto), pero que por algún motivo considero que cotizan a precios muy por debajo de su valor «razonable». Compro con el fin de vender en unos meses/años cuando (espero) alcancen un precio más cercano al razonable. Pueden pagar o no un dividendo, pero de nuevo no es el objetivo de la compra, de hecho es fácil que algunas de ellas lo recorten o lo anulen por los problemas que pasan, ya se cuenta con ello. Ejemplos: La denostada Telefónica (TEF), Limited Brands (LB), KHC (os pongo los tres de peor resultado actualmente que tengo, para animar un poco).

Una vez que la primera cartera alcanza o se acerca al valor señalado como objetivo de rentas, las otras dos siguientes son las que empiezan a recibir la mayor parte del capital y a cobrar más importancia. No veo interesante generar más rentas de las necesarias (ponte un % extra de seguridad si quieres), ya que vas a pagar a hacienda por ellas, por lo que llega un punto en el que en la primera sólo se hacen «retoques».

Sinceramente, el libro no es completo para mi visión actual (fue lanzado en Diciembre de 2017), es un libro (índice) que puede ser una ayuda para comprender el planteamiento general de la inversión, la importancia de gestionar tu patrimonio, nociones sobre inversión en bolsa, etc. pero sobre todo para conocer la forma de crear con cierta base y solidez esa cartera de dividendos que incluyo en primer lugar.

El contenido del libro, en su mayor parte, no es información ajena para los que eran seguidores del blog, “sencillamente” es ordenar, clasificar y dar un formato coherente para ir completando el libro con partes de artículos ya publicados en el blog, algunos comentarios nuevos pero que completan y enlazan temas en los que incluyo nueva información, etc. (os aseguro que es un trabajo que lleva su tiempo, pero creo que merece la pena tener un manual completo con toda esta información).

Respecto a la versión inicial, si que en 2017 le di un buen repaso: reorganicé varios capítulos para que la evolución de temas sea más fluida, incluí nuevos capítulos, amplié otras partes con ejemplos y aclaraciones, actualizado algunos datos obsoletos (que ahora pueden volver a estarlo), etc. Creo que es una versión mucho mas completa y madura que en su versión original, conteniendo la información imprescindible para aquellos que se lancen a la aventura de la gestión de su patrimonio (esto ha levado a que crezca por encima de las 200 paginas, casi el doble del tamaño original).

Espero que os guste y sea de utilidad para todos aquellos que no lo conocieran.

Descarga. La Independencia Financiera. versión 2017 (pdf)

Descarga. La Independencia Financiera. versión 2017 (azw3)

Descarga. La Independencia Financiera. versión 2017 (epub)

sábado, 10 de octubre de 2020

Ratios Fundamentales para analizar una compañía

 Los principales ratios para analizar una compañía según el país. ¿Qué importancia le da cada país? aquí un estudio realizado:

 

Ya puesto estos son los principales ratios que salen:

Tamaño de la empresa

CAPE: Cyclically Adjusted Price to Earnings Ratio” o “Ratio Precio-Beneficio Cíclicamente Ajustado”) mide la relación entre el precio actual de un índice bursátil y el beneficio neto real medio de la empresa durante los últimos 10 años

PER: El ratio precio-beneficio (del inglés, price-to-earnings ratio o P/E ratio, es decir, la relación entre el precio o valor y los beneficios

 PUT CALL RATIO: proporciona información sobre los volúmenes relativos de comercio de las opciones de venta de un valor subyacente a sus opciones de compra. La relación entre opciones de venta y de compra ha sido considerada durante mucho tiempo como un indicador del sentimiento de los inversores en los mercados, donde una gran proporción de opciones de venta y de compra indica un sentimiento bajista, y viceversa

Price to book (P/B):mide la valoración del mercado de una empresa en relación con su valor contable.inferiores a 1 suelen considerarse inversiones sólidas. 

Price to sale (PS): compara el precio de las acciones de una empresa con sus ingresos. Puede calcularse dividiendo la capitalización bursátil de la empresa por sus ventas totales en un período determinado (normalmente doce meses) 

Dividend Yield: el porcentaje de retorno en forma de dividendos del último año.

 

jueves, 8 de octubre de 2020

Divideng growth investor : principios de inversión de crecimiento de dividendos

 Copio es pego este genial artículo de dividend Growth investor


Algunos lectores nuevos se han unido al sitio web de Dividend Growth Investor. Como resultado, quería discutir brevemente de qué se trata la inversión en crecimiento de dividendos .

La premisa básica de la inversión en el crecimiento de los dividendos es que las empresas que aumentan las ganancias pueden aumentar los dividendos con el tiempo y pueden ver aumentos en los valores intrínsecos a lo largo del tiempo. Agregue el poder de los dividendos reinvertidos y tendrá una imagen decente de lo que puede esperar.

Cuando le pagan un dividendo creciente por conservar una acción, puede permitirse ser paciente. Puede prescindir de cualquier debilidad temporal o situaciones en las que la valoración se estire por un tiempo. 

Esto es bastante obvio cuando revisa los gráficos a largo plazo de reyes de dividendos como Johnson & Johnson (JNJ) y Procter & Gamble (PG) .


Puede ver que en el caso de Procter & Gamble, la compañía generalmente ha logrado aumentar las ganancias por acción durante décadas, desde 1970.

Procter & Gamble ha podido aumentar su dividendo durante 64 años seguidos. Los últimos 50 de esos años son visibles en el gráfico de arriba. Ese crecimiento de dividendos fue posible solo porque la compañía tiene una sólida línea de productos, que enfrentan una demanda que es algo inmune a las recesiones. Además, la empresa tiene un foso duradero, flujos de caja estables y muchos factores a su favor. Tenía una larga pista por delante y una gama de productos que no iban a quedar obsoletos por la tecnología. La tecnología les ayudaría.

Sin embargo, puede ver que hubo momentos en que el precio de las acciones no llegó a ninguna parte durante períodos prolongados. Eso fue a pesar del hecho de que las ganancias por acción y los dividendos por acción crecieron durante esos tiempos. Algunos ejemplos notables en los que centrarse incluyen 1972-1985 y 2000-2012. La razón de estos períodos es que el precio de las acciones se adelantó por un tiempo, por lo que tomó algunos años corregir el desequilibrio. Los precios de las acciones oscilan por encima y por debajo del valor intrínseco. En el momento del máximo pesimismo, el péndulo se balancea a infravalorado. En el momento de máximo optimismo, el péndulo se balancea hacia sobrevalorado. Algunos grandes inversores como Warren Buffett pueden vender por encima del valor intrínseco y comprar por debajo del valor intrínseco. Para los simples mortales como usted y como yo, el mejor curso de acción es comprar y retener, y sentarse pacientemente,mientras recauda un flujo creciente de pagos de dividendos. Ésta es su parte justa de las ganancias de la empresa. Este es su incentivo para conservar sus acciones comoun accionista a largo plazo . Intercambiar una acción por lo general le costará, lo llevará a frustraciones y lo llevará peor que simplemente no hacer nada.

Si bien el valor intrínseco del negocio creció de manera constante, el precio de las acciones no creció de manera constante cada año. Aquí es donde los nuevos inversores deben aprender que las acciones no solo generan un 10% anual cada año. Puede haber largos períodos de tiempo sin rendimientos o con bajos rendimientos, lo que pone a prueba la paciencia de todos. Durante estos períodos de tiempo, todos comienzan a preguntarse si comprar y mantener la inversión funciona

En el momento en que las manos más débiles se han vendido, porque se desanimaron de escuchar malas noticias sobre la empresa que poseían, el precio comienza a volver a su valor intrínseco, lo que aumenta los retornos para los pacientes accionistas. Este recordatorio debería ayudarlo a evitar la tentación de vender, porque la cantidad y el momento de las ganancias de capital es muy incierto y esporádico. Sin embargo, como puede ver en el gráfico anterior, los ingresos por dividendos son más estables y confiables que los precios de las acciones. 

En general, una acción de crecimiento de dividendos es una empresa que ha logrado aumentar los dividendos durante un cierto número de años consecutivos. Busco diez años consecutivos de aumentos anuales de dividendos  , pero a veces busco 25 años, mientras que otras veces puedo vivir con una racha de 5 años de aumentos anuales de dividendos. Depende de la empresa.

El modelo básico es que una empresa puede permitirse aumentar los dividendos porque genera más flujos de efectivo libres de los que sabe qué hacer. Una empresa de este tipo suele tener un modelo de negocio sólido, un foso o sigue una tendencia a largo plazo. De cualquier manera, esa racha de incrementos de dividendos anuales consecutivos es una indicación de un negocio de calidad con ganancias crecientes, que debería investigarse más a fondo.

Veo los dividendos como una señal de la administración, lo que me muestra su confianza en las perspectivas a corto y largo plazo del negocio. Una empresa que puede permitirse aumentar los dividendos me muestra confianza en las perspectivas comerciales a corto plazo. Esta es una información valiosa de que las cosas van según lo planeado, especialmente para una empresa con un largo historial de aumentos anuales de dividendos. 

Sin embargo, si la administración solo está aumentando los dividendos, mientras que las ganancias son planas o no aumentan, esta es una señal de advertencia. Eso es porque sin el crecimiento de las ganancias, los dividendos futuros tienen un límite natural. En última instancia, las ganancias planas y las tasas de pago crecientes aumentan el riesgo de un recorte de dividendos.

Una empresa que no puede aumentar sus dividendos suele ser una señal de advertencia de que no todo va según lo planeado. Muchas empresas pasan por cambios en el modelo de negocio, el entorno económico o la competencia, por lo que una congelación de dividendos es algo que se puede esperar en algún momento. Si esto proviene de una empresa con una larga historia de aumentos anuales de dividendos, esto muestra que algo no está funcionando como se esperaba. Como inversionista, quiero una compañía que genere ganancias crecientes, dividendos crecientes y valor intrínseco creciente a lo largo del tiempo. Si ya no veo eso, es probable que me quede con la inversión por el momento, pero asigne dinero nuevo y dividendos a otra parte.

Una empresa que termina recortando o eliminando su dividendo me muestra que las cosas han cambiado para peor y que ya no puede permitirse un dividendo. Por lo general, esto sucede cuando la empresa está en riesgo y necesita todos los recursos financieros disponibles para sobrevivir. Si bien las probabilidades de restablecer el dividendo y la quiebra del negocio son quizás iguales, veo esto como un cambio en los fundamentos. Invierto para ver un resultado, siguiendo mi tesis de que las cosas van mejorando gradualmente con el tiempo. Si no lo hacen, y se demuestra que estoy equivocado, esto me muestra que mi tesis era incorrecta. Si mi tesis ya no es válida, vendo acciones. Por lo general, vendo después de un recorte o suspensión de dividendos. La mayoría de las otras razones para vender han sido un error. Cuando las cosas cambian y recibo información sobre este cambio material, cambio de opinión. Vender después de un recorte de dividendos es útil,porque muy a menudo los inversores pueden enamorarse de una acción y no ver objetivamente que la empresa ya no es la máquina generadora de flujo de efectivo que alguna vez fue. Un recorte de dividendos es una llamada de atención a que la tesis ha cambiado, por lo que puede ser necesaria una revisión del curso.

Cuando se habla de dividendos, los inversores suelen verlos como grandes o terribles. En realidad, las cosas tienen muchos más matices.

Hay dos o tres tipos principales de empresas. El primer tipoincluye empresas que pueden reinvertir todas sus ganancias a una alta tasa de rendimiento en el negocio, lo que puede traducirse en un alto crecimiento de las ganancias con el tiempo. Muchas de estas empresas no pagan dividendos porque reinvierten todo en el negocio. El problema con este enfoque es que muchas de estas empresas pueden llegar a un punto máximo, en el que sería difícil encontrar proyectos para reinvertir todas las ganancias con una alta tasa de rendimiento. Como resultado, una vez que la empresa alcanza ese techo, comienza a distribuir dividendos. Ninguna empresa en la historia del mundo ha podido reinvertir todas las ganancias en el negocio con una alta tasa de rendimiento durante períodos prolongados. Los que pudieron haberlo hecho, han sido más un valor atípico que una tendencia.

El segundo tipo incluye empresas que generan una gran cantidad de flujos de efectivo en exceso y es posible que no necesiten reinvertir todo ese dinero en el negocio para que crezca. Por lo general, se trata de empresas de industrias maduras de crecimiento lento. Pueden crecer lentamente con el tiempo, pero solo necesitan una pequeña fracción de las ganancias para reinvertir en el negocio. Existe un límite natural a la cantidad de capital que se puede volver a poner productivamente en el negocio con una alta tasa de rendimiento. Puede recordar la discusión de Warren Buffett sobre su inversión en See's Candies, que generó más de $ 2 mil millones en ganancias entre 1972 y 2007, y necesitó un aumento en el capital de trabajo de $ 8 a $ 40 millones durante el mismo período de tiempo. Lograron crecer lentamente con el tiempo al subir los precios, aumentar la productividad, eliminar el desperdicio del sistema. Si bien el crecimiento fue lento, la empresa logró generar muchos ingresos a lo largo del tiempo.

Hay varias etapas para las empresas de crecimiento de dividendos. Las empresas que se encuentran en la fase inicial de pago y crecimiento de un dividendo pueden tener una tasa de pago más baja, pero logran hacer crecer la distribución más rápido que las ganancias por acción, hasta que alcanzan una determinada tasa de pago objetivo. Otras empresas se encuentran en una fase más madura, por lo que el crecimiento de sus dividendos y sus beneficios son bastante similares. Un tercer grupo está en la fase de declive y no han podido aumentar las ganancias, lo que significa que los dividendos están en riesgo. 

También hay varios tipos de empresas en función de sus ratios de pago y trayectorias de crecimiento de dividendos. 

Algunas empresas tienen altos rendimientos, pagan una gran parte de las ganancias, pero aumentan las distribuciones a una tasa baja. Algunas empresas de servicios públicos, empresas de telecomunicaciones, REIT y empresas tabacaleras se encuentran en este grupo.

Otras empresas se encuentran en el punto óptimo, con rendimientos promedio y crecimiento promedio de dividendos. Empresas como Johnson & Johnson, Procter & Gamble y PepsiCo encajan en este proyecto de ley.

Un tercer grupo de empresas tiene una tasa de pago de dividendos más baja, pero tienen mayores expectativas de crecimiento. Algunos ejemplos incluyen Visa, United Technologies y Cintas.

Puede haber un tercer tipo de empresas que no pueden permitirse pagar dividendos. Eso podría deberse a que no pueden obtener ganancias o necesitan reinvertir todas las ganancias para mantenerse competitivos, sin el impacto correspondiente en su rentabilidad y valor intrínseco. 

Ahora que tiene una idea general de la inversión en crecimiento de dividendos, quería mencionar brevemente que una larga racha de aumentos de dividendos suele ser una indicación de un negocio de calidad con un modelo de negocio que debe ser investigado más a fondo por el inversor emprendedor en dividendos. 

Este análisis debe incluir una evaluación cualitativa y cuantitativa del negocio. Una evaluación cualitativa consideraría las marcas, los fosos, el entorno competitivo y la probabilidad de crecimiento / estrategia futuros. Una evaluación cuantitativa debe considerar las tendencias en ganancias, dividendos, ratios de pago, ingresos, rendimiento del capital y asignación de capital. Es imperativo que el inversor comprenda el negocio. De lo contrario, no podrían obtener la convicción de comprar y conservarla si las cosas se ponen difíciles.

Es muy importante adquirir un negocio de calidad a muy buena valoración. Si paga de más por una empresa, puede terminar con una pérdida no realizada o una pequeña ganancia durante años, incluso si la empresa aumenta sus ingresos, ganancias y dividendos. Si paga de más por un negocio, sus ingresos por dividendos serían menores que en una situación en la que compra ese negocio con una valoración más adecuada. Como vio en el gráfico anterior, pagar de más por Procter & Gamble en 1972 hizo que el valor de capital de su inversión bajara sustancialmente, antes de recuperarse y alcanzar el punto de equilibrio en 1985. El único rendimiento que recibió fue de dividendos. Dudo que muchos inversores estén dispuestos a permanecer sentados durante 13 años con poco que mostrar. Solo un inversor paciente habría disfrutado de recibir más dividendos, a pesar de la tristeza y la ruina. Cuando paga de más por una acción,debe estar dispuesto a evitar cualquier sobrevaloración y no obtener ganancias durante algunos años, antes de alcanzar el punto de equilibrio. Puede que valga la pena o no pagar de más por un crecimiento futuro que podría tardar hasta una década en resolverse. Si es lo suficientemente paciente y planea aguantar durante 40 años, al final no importará. Si está impaciente y desea una gratificación instantánea, puede terminar vendiendo bajo y destruyendo capital y potencial de capitalización futura.puede terminar vendiendo bajo y destruyendo capital y potencial compuesto futuro.puede terminar vendiendo bajo y destruyendo capital y potencial compuesto futuro.

Hoy discutimos un modelo mental simple llamado Inversión de crecimiento de dividendos. Con esta estrategia, tiene una empresa de calidad que aumenta las ganancias y aumenta los dividendos con regularidad durante un largo período de tiempo. Este crecimiento en ganancias y dividendos generalmente conduce a un crecimiento en el valor intrínseco. La reinversión de dividendos también aumenta el patrimonio neto del inversor. Esta larga racha de aumentos de dividendos es el factor de calidad que despierta el interés del inversor emprendedor, que coloca a la empresa en su lista de investigación, antes de decidir si el negocio, los fundamentos y la valoración son adecuados para su cartera.

lunes, 5 de octubre de 2020

Rafael Yuste, neurobiólogo, proyecto brain. 2 entrevistas

 

Para serle franco, lo entrevisto desde el convencimiento de que nunca habrá máquinas capaces de leer nuestros pensamientos.

Pues llegas tarde. Ya las hay. Son todavía muy primitivas, pero han cruzado la línea.

Pero sólo pueden decodificar lo que estoy viendo o escuchando.

No. Ya han podido asomarse a lo que estás imaginando.

*

En el curso de esta entrevista, que concede desde su oficina en Nueva York, Rafael Yuste responderá pacientemente a todos los lugares comunes de la ciencia ficción. Que podremos googlear con la mente y recurrir a la telepatía como hoy recurrimos a Zoom. Que hablarán los mudos y se moverán los tetrapléjicos, pero también será posible crear superhumanos con fines menos altruistas. Que empresas, hackers o gobiernos se verán tentados a lavarnos el cerebro, esta vez por dentro. Que la pregunta “quién soy”, si las neurotecnologías operan en el descampado legal, podría volverse incontestable.

“La tecnología necesaria para eso viene seguro”, responde Yuste una y otra vez. “Ya sólo falta saber cuándo. Y qué vamos a hacer con ella”.

Para apurar esa causa, Yuste propuso el año 2011, en una conferencia de científicos en Londres, acometer un proyecto colectivo a gran escala: reconstruir, entre todos, el mapa completo de las más de 80 mil millones de neuronas que conversan simultáneamente en un cerebro humano. La idea prendió, Yuste visitó varias veces la Casa Blanca y en 2013 el presidente Obama anunció el Proyecto Brain, en virtud del cual centenares de científicos −premunidos de tecnologías ópticas, ondas ultrasónicas, ingeniería genética, inteligencia artificial y herramientas de big data− se internan cada año un poco más profundo en “la selva impenetrable de la sustancia gris”, como la definió Santiago Ramón y Cajal, padre de las neurociencias.

¿En qué etapa de avance va el Proyecto Brain?

Mira, hay que mapear dos cosas distintas: la estructura neuronal, que son las conexiones, y la actividad neuronal, que son las funciones. En ambos casos se empieza con animales pequeños. De la estructura, ya se mapeó hace tiempo un gusano pequeñito y el año pasado mapearon la larva de la mosca. Ahora se está mapeando la mosca entera y hace poco se lanzó un artículo para poner sobre la mesa el objetivo de mapear el cerebro entero del ratón. Ya es una cosa gigantesca, el ratón tiene 100 millones de neuronas.

¿Cada neurona tiene una función específica?

No se sabe. Yo creo que no, que funcionan más bien como los átomos, en grupo. Y en cuanto al mapeo de la actividad, hace dos años mapeamos toda la actividad de una hidra, animalitos de agua dulce que son como pólipos. Y ahora mismo están intentando mapear toda la actividad del gusano y del pez cebra. Vamos poco a poco. Actualmente hay 500 laboratorios participando, el 80% en Estados Unidos y 20% en el resto del mundo.

El hecho de que Trump no sea muy amigo del multilateralismo, menos aún financiado por Estados Unidos, ¿no ha afectado al proyecto?

En absoluto. Esa fue la estrategia brillante de Obama: incrustar el Proyecto Brain en la burocracia. Porque tú sabes que una vez que una cosa se hace burocrática, ya nadie puede con ella [se ríe]. Así que esto no se para, fue dotado de dinero que no se puede usar para otra cosa. Además, es de las pocas políticas que tiene el apoyo de los dos partidos en Estados Unidos. El presupuesto de este año va a rondar los US$ 450 millones y durante los 12 o 15 años que dure el proyecto acabarán siendo varios miles de millones. En todo caso, esto avanza en paralelo a las tecnologías, porque no necesitas el mapa completo del cerebro para trabajar con ciertas partes.

Me iba a contar de las máquinas que ya nos leen el pensamiento.

Sí. Para explicarlo fácil, las neurotecnologías se dividen en dos tipos: las que leen la actividad cerebral, que es como “bajarla” del cerebro al dispositivo, y las que cambian la actividad, que como escribirla o “subirla” desde el dispositivo al cerebro. Las tecnologías para leer siempre van más adelante, como es lógico. Un grupo de Berkeley, que deben ser hoy los mejores del mundo en esto, hace lo siguiente desde el año 2008. Te muestran una imagen y escanean la respuesta de tu cerebro a ella. Luego te muestran otra imagen y vuelven a mapear tu respuesta neuronal, y lo hacen así con 100 imágenes. Luego te dicen: “Piensa en una de las 100 imágenes”. Tú piensas en una y ellos saben decirte en cuál estás pensando.

Ya pueden hacer eso.

Pero es lo de menos, ahora viene lo interesante. Te dicen después: “Piensa en algo que no te hayamos mostrado”. Tú piensas en una cosa, ellos triangulan lo que muestra el escáner con lo que mostró cuando viste las 100 imágenes y se aproximan a lo que estás pensando. No es exacto, pero se acerca mucho y desde 2008 han mejorado muchísimo la precisión. Tú ya sabes que los algoritmos de las redes sociales usan tu historial de datos para predecir tu comportamiento, pero aquí ya predicen lo que tienes en tu imaginación. Y te estoy contando lo que se hace en la academia, porque no sé lo que están haciendo las empresas privadas y los ejércitos.

Según las investigaciones de algunos medios estadounidenses, el Pentágono y el gobierno chino no se están quedando atrás.

Claro, pero no conocemos los detalles. Lo que sí es público, por ejemplo, es que Facebook está desarrollando una tecnología para descifrar las palabras que quieres escribir en tu ordenador sólo con que pienses en ellas. Este año se publicó en Nature un estudio de académicos, pero financiado por Facebook, que logró identificar con hasta el 97% de precisión qué palabras decía una persona −dentro de un vocabulario pequeño, ordenado en 50 oraciones− sólo mirando el interior de su cerebro. Por ahora, lo hacen con pacientes epilépticos que ya tienen sensores implantados con fines médicos, pero están buscando el modo de hacerlo con dispositivos externos.

¿Cree que en 20 años más podríamos sostener esta conversación sin necesidad de hablar?

Sinceramente, le doy cinco años a eso, por lo menos en su versión experimental. Pero estamos hablando de las tecnologías para leer. Para escribir falta un poco más.

¿Qué se ha logrado hasta ahora?

Bueno, en mi laboratorio somos expertos en escribir actividad cerebral en ratones. Y ya podemos, usando láseres infrarrojos, implantar en su cerebro imágenes que el ratón no está viendo realmente, pero se comporta como si las viera.

¿Cómo lo hacen?

Primero, leemos la actividad que produce su corteza visual en respuesta a distintas imágenes que sí ve. Y le enseñamos al ratón a comportarse de manera que, cuando vea la imagen A, chupe una cánula donde le damos un poco de jugo. Y que cuando vea la imagen B, no chupe. Así sabemos lo que el ratón cree estar viendo. Cuando ya le tenemos entrenado, le apagamos el estímulo visual y le metemos con láseres la imagen A o B, estimulando las neuronas que respondían a cada imagen. Y se comporta exactamente igual que como si la estuviera viendo: si es A, chupa, si es B, no chupa.

O sea, le implantan su propia memoria de la imagen, pero todavía no es posible trasplantarla desde la memoria de otro ratón.

No, y es un buen punto. Estas tecnologías, tanto en ratones como en humanos, son todavía individuales. Tú no puedes coger el patrón de un ratón y ponérselo a otro. Por eso a cada persona que participa de un estudio hay que hacerle todo el mapeo primero. Porque a otra persona le muestras la misma imagen y se le encienden otras partes del cerebro, no muy distintas pero tampoco iguales.

Algunos neurocientíficos creen que trasplantar memoria de una persona a otra nunca va a ser posible.

Es pronto para saberlo. Pero hoy sí podríamos, por ejemplo, mapear la respuesta cerebral de dos personas cuando ven un perro, y luego hacer que cada vez que la persona A ve un perro, la persona B también crea verlo, o al menos piense “perro”. No sería trasplantar la memoria de A a la de B, sino usar los parámetros equivalentes en la memoria de cada uno. No lo hemos hecho todavía con dos ratones, pero ya podríamos hacerlo y con toda seguridad se acabará haciendo en humanos. Una demostración es lo que presentó Elon Musk hace pocas semanas.

Con un chip implantado en el cerebro de una chancha.

Exacto. Le pusieron una interfaz cerebro-computadora para leer su cerebro y también escribir en él. Funciona de manera inalámbrica y ya es tecnología muy sofisticada. Y ya pidieron permiso para ponérsela a personas.

¿El avance ha sido más rápido de lo que usted se imaginaba hace 10 años?

Muchísimo más rápido. Y también ha ido mucho más rápido de lo que yo hubiera previsto hace dos años. Imagínate que llevo 30 años en la neurotecnología y la primera reunión sobre las consecuencias éticas la hicimos recién en 2016. En 2017 hicimos la segunda, que dio lugar al paper que publicamos en Nature proponiendo regulaciones. Y desde entonces la aceleración fue brutal, sobre todo en el último año. A nosotros nos preocupaba lo que ya se podía hacer en los laboratorios de la academia, pero en el último año esto saltó a las empresas privadas.

Algunos artículos han anunciado un inminente “neurocapitalismo”. No digamos que suena atractivo.

Pues el neurocapitalismo ya ha empezado. En el último año, Microsoft y Facebook invirtieron mil millones de dólares cada una comprando startups de neurotecnología. Y el objetivo de Elon Musk con Neuralink es aumentar cognitivamente a las personas, va directamente a por ello.

Ya no se disfraza de “esto es para curar enfermedades”.

Exactamente. En la academia lo hacemos para combatir enfermedades o entender cómo funciona el cerebro, pero las compañías estas lo que quieren es ganar dinero. Y la razón por la cual se metieron de lleno en este asunto es que no quieren quedarse atrás en lo que puede ser la próxima revolución tecnológica: saltar de un iPhone en el bolsillo a un dispositivo en la cabeza.

Hoy nadie aceptaría que le lean la mente, pero cedemos muchos datos privados que hace 20 años se suponían íntimos. ¿Cree en el futuro nos iremos acostumbrando a que nos lean un poco el cerebro a cambio de facilitarnos la vida?

Bueno, creo que sí. Veo muy posible que, de aquí a 10 años, los dispositivos celulares se conviertan en cascos o diademas o gorras o gafas que nos comuniquen directamente al cerebro, de ida y de vuelta. Y creo que esto será una gran evolución para la humanidad. A mí, que soy muy torpe escribiendo en máquinas, me encantaría poder pensar y que se vaya escribiendo todo. Lo haría mucho más rápido. Imagínate para la gente que tiene impedimentos para hablar. Son dos ejemplos entre las miles de aplicaciones que podría tener esto. Pero tenemos que ponerle algunas normas éticas. Así como se ponen las barreras de contención en las carreteras para que no se salgan los coches, pues hay que ponérselas a estas tecnologías para que vayan por donde tiene que ir.

“Chile será el país modelo en el mundo”, declaraba hace un año el senador Guido Girardi tras reunirse en La Moneda con el presidente Piñera y Rafael Yuste, para tratar las inquietudes de este último. Aunque el estallido social dejó entre paréntesis su profecía, Girardi, que preside la comisión Desafíos del Futuro del Senado, siguió empujando la agenda de los neuroderechos y sumó en el camino a científicos, rectores y organismos multilaterales. Este miércoles 7 presentarán el fruto de ese trabajo: una reforma constitucional y un proyecto de ley que, de aprobarse, pondrán a Chile en una posición de vanguardia que Yuste invita a no subestimar.

“No es ninguna exageración, Chile va a ser pionero en el mundo. Y yo espero que se convierta en un ejemplo a seguir por otros países en cuanto a poner esta discusión sobre la mesa, porque al hablar de datos cerebrales no estamos resguardando derechos de propiedad, sino derechos humanos”.

Tampoco se trata, previene el neurobiólogo, de crear regulaciones demasiado restrictivas. Sería cerrarle el paso a una verdadera revolución en el tratamiento de enfermedades mentales, como la esquizofrenia, el Alzheimer o el mal de Parkinson. O privar a quienes sufren de parálisis de herramientas que les podrían cambiar la vida. Actualmente, en el mundo, más de una veintena de personas que perdieron el uso de sus extremidades cuentan con sensores en el cerebro que les permiten mover su brazo robótico, o el cursor de una pantalla, por medio del pensamiento. El año 2017, en Ohio, un paciente paralizado del cuello para abajo pudo alimentarse y tomar agua con su brazo humano, conectado electrónicamente a su cerebro. Dos años antes, Darpa, la agencia del Pentágono que propició la invención de internet, presentó el caso de una mujer cuadripléjica que pudo operar con la mente el simulador de vuelo de un F-35.

Pero las mismas tecnologías, mal usadas, podrían dar lugar no sólo a distopías sociales y políticas, sino incluso existenciales. La medicina ya ha reportado casos de pacientes expuestos a neurodispositivos que se han sentido incapaces de determinar dónde termina su yo y dónde empieza la máquina. Un hombre que usó un estimulador cerebral para tratar su depresión dijo en un estudio: “Se difumina hasta el punto en que no estoy seguro, francamente, de quién soy”. Una mujer epiléptica llegó a experimentar una simbiosis tal con su interfaz cerebro-computadora que afirmó: “Me convertí en mí”. Cuando el implante debió serle retirado porque la empresa responsable quebró, lloró diciendo: “Me perdí a mí misma”. Un paciente implantado con electrodos para tratar su mal de Parkinson comenzó a derrochar los ahorros familiares en juegos de apuestas y sólo tomaba conciencia del problema al apagarse la estimulación.

Buscando un punto de equilibrio, la propuesta que ha liderado Yuste contempla cinco neuroderechos fundamentales: “El primero es el derecho a la identidad personal: que tú tengas derecho a ser tú. Porque si te quitan eso, ya me dirás de qué valen el resto de los derechos humanos. El segundo es el derecho al libre albedrío. Porque a este ratón, como te decía, le quitamos completamente el libre albedrío, lo manejamos como a una marioneta”.

Con lo cual tampoco seríamos responsables de lo que hagamos a otros.

Claro. Mucha gente dice “la manipulación ha existido siempre, esto es lo mismo que cuando te lavan el cerebro desde afuera”. No es lo mismo. Lo que te meto en el cerebro ya no te viene de afuera, te viene de adentro. No puedes tomar distancia y decir “esto no lo estoy pensando yo”, así que nunca te vas a enterar. El tercero es el derecho a la privacidad mental, que debería contemplar los contenidos conscientes de la mente pero también los subconscientes, que son la mayor parte.

Sería el derecho a que nadie sepa de mí lo que yo tampoco sé.

Y ya te imaginas lo que puedo hacer contigo si te llevo esa ventaja. El cuarto derecho es el acceso equitativo a las tecnologías que permitirán a las personas aumentar su capacidad cognitiva. Y el quinto es que no haya sesgos socioculturales en los algoritmos que se utilicen.

Si los multimillonarios acceden primero, no los pillamos más.

Esa es una amenaza realmente seria y deberíamos establecerlo como un principio universal de justicia: al aumento cognitivo no pueden tener acceso ciertas personas y no otras. Y el quinto derecho es que no haya sesgos sociales o culturales en los algoritmos que se utilicen.

Desde la academia ya han surgido críticos de esta cruzada legal. Dicen que falta mucho para que sea necesaria y que lo urgente es regular el uso de otro tipo de datos.

Precisamente porque ya hemos perdido mucha privacidad con internet y las redes sociales, debemos aprender la lección. Recordemos lo que dice el Dilema de Collingridge: cuando aparece una tecnología nueva, no sabes muy bien para qué va a servir pero es muy fácil regularla; pero después, si la dejas andar y se extiende por toda la población, ya sabes perfectamente para qué sirve, pero es imposible regularla. Por lo tanto, si esperamos a que regular la neurotecnología sea urgente, probablemente esperaremos a que sea tarde. Mientras antes lo hagamos, mejores opciones tenemos.

¿La idea es exigir el uso consentido de los datos cerebrales o prohibir su uso aunque haya consentimiento?

Depende del caso, pero lo importante es que eso se tiene que discutir democráticamente. Yo soy un científico, no soy nadie para decidir por la sociedad. Pero sé que esto es tan importante que requiere una discusión pública. Nuestra propuesta, en todo caso, es que sólo se debiera acceder a los datos cerebrales por razones médicas o científicas. Y que no se debería poder comerciar con ellos.

Como comercian las redes sociales con los datos que hoy les ofrecemos.

Exactamente. La idea nuestra es que los datos obtenidos del cerebro sean tratados como un órgano del cuerpo. Eso limitaría la posibilidad de que las personas vendan sus datos o tengan actividad neuronal a cambio de una recompensa financiera, tal como la legislación prohíbe la venta de órganos humanos.

Si su causa prospera, entonces, arruinará las inversiones que están haciendo Mark Zuckerberg y Elon Musk.

Bueno, hay soluciones intermedias, también estamos trabajando en ello. Una propuesta es que los datos se queden en tu dispositivo y no vayan al servidor de la empresa, pero que las compañías sí puedan utilizar lo que han aprendido de tus datos para mejorar sus programas y sus algoritmos. Y para que te hagas una idea, esta idea ha surgido de Google. Ellos están siendo los primeros interesados en no aparecer como los malos de la película. Y por cierto, la ley chilena también será pionera en esto, porque propone regular estas tecnologías desde las pautas éticas de la medicina. Así ocurre hoy con la industria médica y farmacéutica, y no veo que tengan problemas para hacer dinero.

Según lo que hemos conversado, en el futuro podremos hacer todo más rápido y procesar mucha más información en tiempo real.

Sí.

¿Quedará espacio para esos estados de conciencia que requieren frecuencias más lentas, ya sea para mirar el techo o leer un poema?

Yo creo que el problema que describes ocurre con todas las tecnologías: siempre parten desde un desfase con la realidad que ya conocemos. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es adaptarla para que haya una integración sin fractura, sin violencia. Pero yo no tengo ningún miedo a este paso, creo que va a ser maravilloso. De hecho, creo que vamos en camino hacia un nuevo Renacimiento, porque nos vamos a reinventar como seres humanos. Va a ser un salto tecnológico igual a los que tuvimos en la historia con el fuego, la rueda, la imprenta, la revolución industrial, las computadoras, y ahora, ¡boom!, las neurotecnologías. Y ese mismo pasado nos enseña que, cuando aprendemos a usar la tecnología bien, la humanidad acaba siendo más libre, no menos.

Habla de un nuevo Renacimiento, pero la crítica de los humanistas a las neurociencias es que, en lugar de emanciparnos, nos predeterminan desde mecanismos ajenos a la voluntad, lo que sería la ruina de ese sujeto kantiano basado en su autodeterminación racional.

Sí, eso dicen. Y me encanta que menciones a Kant porque yo soy kantiano a un cien por cien. Te muestro el libro que tengo aquí sobre la mesa: la Crítica del juicio, justamente. Y si quieres la Crítica de la razón pura, aquí también la tengo [busca el libro y lo muestra].

¿En alemán?

Sí, este lo leo en alemán. Cuando me vine de España a Estados Unidos, hace ya 30 años, me traje dos libros y este era uno de ellos. Pues mira, Kant predijo, creo que acertadamente, que el mundo en el que vivimos está construido por nuestra mente. O sea, que la mente no refleja el mundo: proyecta su propio reflejo sobre él. Y esto lo estamos empezando a confirmar, siglos después, los neurobiólogos. Entonces, explicar cómo funciona la mente nos llevará a entender por fin quiénes somos. Y yo creo que será un momento brillantísimo que nos hará admirar todavía más al cerebro humano. En el Renacimiento, cuando los médicos empezaron a diseccionar cadáveres, a los primeros los quemaron en la hoguera, porque decían lo mismo que tú: “No, no, el cuerpo humano es sagrado, es el fruto de la Divina Providencia. Y al abrirlo y enseñar cómo funciona en plan máquina, lo estás desacralizando. ¡Vamos a deshumanizar al hombre!”. Y fue lo contrario. Cuanto más aprendemos del cuerpo humano, más crece la admiración por la máquina que llevamos puesta. Por eso creo que esto nos mete en los umbrales de un segundo Renacimiento: si en el primero nos descubrimos desde el cuerpo, en este nos descubriremos desde la mente. Y el gran proyecto del humanismo es descubrir qué es el humano, ¿no?

Eso si descubrimos que efectivamente somos algo.

No, evidentemente somos algo. Pero no sabemos lo que somos. Actuamos como si tuviéramos una caja negra de la cual salen un montón de cosas: libertad, imaginación, creatividad, pero son palabras que utilizamos porque no sabemos bien lo que hay dentro. Cuando lo sepamos, será más impresionante todavía y aparecerán nuevos humanismos.

No vamos a descubrir que somos una alucinación de nuestro cerebro, entonces.

No. Para ser precisos, lo que dijo Kant no es que el cerebro se inventa el mundo, sino que lo construye. Es decir, crea un modelo del mundo a su propia medida, pero ajustándolo a la información sensorial que recibe de afuera. Esa es la diferencia entre la vigilia y los sueños: mientras dormimos, ese modelo sigue funcionando, pero sin ajustarse a información sensorial. De manera que Calderón tenía razón hace cuatro siglos cuando dijo “la vida es sueño”. Cuando estamos despiertos, en realidad seguimos soñando, pero los sueños tienen que ver con lo de afuera.

 LInk

 

 Otra entrevista el pais

 

Entrevista | Rafael Yuste, el hombre que descifra el cerebro

 

RAFAEL YUSTE nunca podrá olvidar aquella noche de abril de 2013 en que se sentó frente al televisor junto a Stephanie, su esposa, y sus dos niñas, en su casa de Nueva York, para ver el discurso del estado de la nación de Barack Obama. Se quedó de piedra. De pronto, allí estaba el presidente estadounidense repitiendo palabra por palabra el contenido de la propuesta que él había presentado a la Casa Blanca. Aquello parecía casi un corta y pega del equipo científico presidencial.

En esa noche empezaba a tomar forma el proyecto del que es el impulsor, la iniciativa científica más ambiciosa de la Administración estadounidense saliente, que finalmente quedaría bautizada como BRAIN –que en inglés significa cerebro y responde a las siglas Investigación del Cerebro a través del Avance de Neurotecnologías Innovadoras–.

Es preciso obtener una fotografía dinámica del funcionamiento de nuestro cerebro para entender mejor cómo pensamos, cómo aprendemos y cómo recordamos. Eso dijo Obama aquella noche. Y ese es el objetivo por el que Yuste lleva años luchando.

Alex Iturralde

Han pasado más de tres años desde entonces y BRAIN es una realidad que avanza. En 2016 se le han asignado 300 millones de dólares (278 millones de euros), en 2017 serán 434 (403 millones de euros) y, en total, se prevé una inversión de 1.500 millones de dólares a lo largo de 12 años. Queda por ver que el nuevo inquilino de la Casa Blanca no haga bailar esos números, pero, al ser una iniciativa apoyada por republicanos y demócratas, nada debería cambiar el rumbo fijado, según dice el propio Yuste.

“Puede que El cerebro genere un mundo virtual que es la realidad que cada uno de nosotros ve. Es una hipótesis que me parece razonablE”.

El impulsor y actual asesor de BRAIN, proyecto que desbancó a otros relacionados con las energías renovables o con mandar al hombre a Marte, es un madrileño de 53 años, nacido el 25 de abril de 1963, criado en el barrio de Argüelles, neurobiólogo, médico, entusiasta de Ramón y Cajal y furibundo madridista. Afincado en Nueva York desde 1980, este catedrático de la Universidad de Columbia es un agitador, un investigador que no se queda quieto, que lucha por coordinar los esfuerzos científicos que en el campo del cerebro se hacen a lo largo y ancho del mundo. En diciembre ha estado trabajando en la confección de un documento, firmado por la primera línea de la investigación estadounidense, para contribuir a que, efectivamente, el nuevo equipo científico de la Casa Blanca mantenga la apuesta por el cerebro.

La entrevista se celebra en San Sebastián, donde Yuste recaló en el congreso Passion for Knowledge. Vestido en tonos beis, con su camisa amarilla y su bolsa naranja en bandolera, es un hombre afable, alejado del estrellato, a pesar de que la prestigiosa revista Nature le consideró en 2012 como uno de los científicos más influyentes del mundo.

En el pasado mes de septiembre, reunió usted a unos 400 científicos y consejeros científicos de varios Gobiernos en la Rockefeller University de Nueva York para coordinar las iniciativas de investigación que hay en torno al cerebro. Rodolfo Llinás, neurólogo colombiano-estadounidense de 81 años, dijo: “Nunca antes en la neurociencia he visto tanta unidad para un fin tan glorioso”. Los neurobiólogos tenemos fama de estar siempre peleados. La dotación del proyecto de Obama, de hecho, se redujo el primer año porque había muchas voces discrepantes. La reunión de la Rockefeller fue un intento de poner de acuerdo a los científicos. Queríamos que los administradores nos escucharan con una sola voz. Tenemos el ejemplo del proyecto del genoma humano, que fue fruto de un esfuerzo colectivo.

Le acabamos de pedir que rememore aquella reunión. ¿Qué ha pasado en su cerebro en ese momento?, ¿qué ocurre cuando recordamos? Sinceramente, todavía no tenemos una teoría aceptada de cómo funciona la memoria, hay muchas posibilidades. Si se leen los artículos científicos, una hipótesis es que haya un grupo de células, posiblemente en la corteza cerebral, que se disparen a la vez. Cuando pensamos o nos acordamos de una cosa, se enciende una llama de actividad cerebral en un grupo de neuronas en distintas partes de la corteza del cerebro. Actualmente estamos trabajando en ello en el laboratorio.

“El cerebro se inventa un mundo, cada uno de nosotros ve un mundo distinto”, dijo usted en una entrevista. ¿Es así? Esto es una hipótesis, no es una afirmación demostrada. Pero es una de las que a mí me parecen más razonables y tiene que ver con Immanuel Kant, que decía que el mundo es un reflejo de la mente. Los datos que estamos obteniendo en mi laboratorio concuerdan con esa posibilidad. Puede que el cerebro genere un mundo virtual que es la realidad que cada uno de nosotros ve. Cuando estamos dormidos, esa máquina está desconectada de la realidad; y cuando estamos despiertos, amarramos con nuestros sentidos esa simulación de realidad virtual.

Una de las ramas de la investigación que más frutos está dando es la optogenética, que permite intervenir en el comportamiento de un ratón (mediante destellos de luz que se disparan a través de un cable insertado en la cabeza del roedor). Su uso nos abre puertas para combatir enfermedades neurológicas, pero también a todo tipo de debates éticos. La tecnología es neutra, y esta en concreto va a tener una gran importancia para leer y generar actividad en el cerebro de animales vivos. Lo estamos haciendo en el laboratorio, y se podrían realizar este tipo de manipulaciones en humanos. La razón es ayudar a la humanidad. El proyecto BRAIN se lanza para intentar vencer la lacra de las enfermedades neurológicas. Si hay pacientes con problemas en su actividad neuronal, permitiría intentar corregirlos desde fuera, igual que un cirujano que extirpa un tumor. Estas tecnologías se pueden utilizar con ánimo de lucro o con un objetivo negativo para las personas, por eso estamos intentando sacar adelante un panel de neuroética.

Alex Iturralde

¿De qué tipo de objetivo negativo estamos hablando? Si conseguimos métodos nuevos para registrar la actividad neuronal de una manera no invasiva, y la ciencia es capaz de descifrar lo que significan esos disparos neuronales, seríamos capaces de entender cómo funciona la mente del animal o de la persona. ¿Qué significa entender? Desde el punto de vista científico, si puedes entender, puedes predecir lo que la persona o el animal haría, o comprender cómo se reactivan los recuerdos que tiene esa persona. Esto parece ciencia-ficción, pero estoy seguro de que antes o después se va a llegar a este punto. Es algo que viene y debemos afrontar los debates cuanto antes. Otro problema es el acceso a las tecnologías. Imaginemos un futuro, que va a venir seguro, en que nos empecemos a comunicar con los teléfonos a través de nuestra actividad cerebral. En vez de utilizar los dedos, tendremos unas gafas inteligentes o un implante en alguna parte del cuerpo de modo que accederemos en tiempo real a mucha información. Esto puede generar un tipo de comportamiento en los humanos que es mucho más sofisticado y poderoso del que tenemos ahora. Podremos controlar brazos robóticos o exoesqueletos…

El llamado enhancement, la ampliación de capacidades… Exactamente. Puede haber enhancement de actividad mental y también de actividad física. Lo cual nos lleva a la pregunta: ¿cuáles son las reglas bajo las cuales eso se debería hacer? ¿Quién va a controlar esas técnicas que, evidentemente, en un principio no serán baratas? ¿Vamos a acentuar las divisiones y desigualdades que hay en la humanidad? ¿Va a ser una herramienta que en última instancia permita una mayor democratización de las sociedades, una mayor justicia e igualdad de oportunidades?

Sin caer en la ciencia-ficción, en el escenario que usted esboza se podría hackear la mente de una persona… Hay riesgos. Y los humanos tememos lo desconocido, es una reacción natural. Este tipo de escenarios han sido explotados por películas y escritores, que acentúan lo negativo, que dicen que esto puede ser el fin del mundo. De hecho, hay gente muy prominente, científicos como Stephen Hawking, que dice que las computadoras traerán el final de la humanidad…

“en UN futuro, que VA A VENIR seguro, NOS COMUNICAREMOS CON LOS TELÉFONOS a través de NUESTRA actividad cerebral”.

Y usted, de hecho, tiende a ser crítico con Hawking… Sí. Yo diría: tranquilidad. La ciencia siempre ha sido un motor de progreso; el conocimiento siempre nos ha hecho libres. No hay más que estudiar el pasado de la humanidad. Aunque hayamos creado tecnologías capaces de destruirnos, como la energía nuclear o las armas químicas, que podrían haber acabado con nosotros, nos hemos sabido organizar de una manera racional y se han canalizado estas técnicas para hacer reactores nucleares, para ayudar a pacientes con enfermedades bacterianas. No sé por qué no va a suceder lo mismo con la neurobiología del futuro. Estas técnicas van a ser una liberación, van a dar lugar a un nuevo humanismo.

¿En qué consistirá ese nuevo humanismo? Va a ser un humanismo certero y riguroso por fin, una vez sepamos cómo funciona realmente nuestra mente. Va a tener implicaciones legales en lo que se considera un criminal; en el concepto del “yo”; en cómo se define a una persona; en quién tiene la responsabilidad de una decisión. Ocurrirá como en el Renacimiento, cuando los médicos empezaron a destripar cadáveres. Todo el mundo estaba preocupadísimo, ¡esto va a ser el fin del mundo!, se decía, ¡vamos a deshumanizar al hombre! Y fue todo lo contrario. Cuanto más conocemos el cuerpo humano, más nos asombramos del prodigio de la evolución. Esto va a ser el Renacimiento al cuadrado.

Su padre le regaló Los tónicos de la voluntad: reglas y consejos sobre investigación científica, de Santiago Ramón y Cajal, cuando usted tenía 14 años. ¿Despertó este libro su vocación de científico? Me lo leí justo en la edad en que estaba pensando qué hacer con mi vida. Me pareció apasionante. Cajal da consejos sobre cómo dedicarse a la ciencia, incluso dice con qué tipo de persona te tienes que casar. Pero lo que más me impresionó fue el énfasis que ponía en la voluntad. Decía que lo más importante para garantizar el éxito no es ser inteligente, no es ser rico, no es ser guapo, es tener voluntad.

Alex Iturralde

Y está usted de acuerdo con él. Sí, así es, desde mi humilde punto de vista. Incluso los científicos que me he encontrado que han tenido más éxito han sido los más voluntariosos, los que tienen clara la idea de lo que quieren y hacen el esfuerzo de perseguirla. Como dice Cajal, tú puedes tonificar tu voluntad. Estoy eternamente agradecido a mi padre por ese regalo, me marcó. Me pareció que no había nada más bonito que pasar las noches mirando por un microscopio en un laboratorio, a oscuras, descubriendo los secretos del cerebro, y así ayudar a la humanidad.

¿Cómo alimentó su sueño de convertirse en científico en aquellos años en que vivía en España? Leía muchos libros de ciencia. Mi padre era abogado y mi madre farmacéutica, así que iba a ayudarla al laboratorio, las muestras de sangre, el microscopio… Años más tarde, hice un curso en el laboratorio de biología marina de Woods Hole en Massachusetts. En el auditorio de ese sitio hay una cita que decía que los auténticos aristócratas del mundo, la gente que de verdad tira del carro, son los científicos. Ese fue otro espaldarazo.

“En nueva york suelo decir: ‘vengo de un país donde la gente corre delante de los toros. HACEMOS LAS COSAS CON PASIÓN”.

¿Suscribe la frase? Sí, los científicos son los auténticos condes, los aristócratas de la sociedad. Hacen un trabajo callado, cuidadoso, muchas veces sin apoyo social o económico, pero son los que están abriendo el camino para el resto de la sociedad, son la fuente del progreso. La ciencia y la ingeniería tiran del carro.

Usted es médico, y su necesidad de investigar respondió, en parte, a las limitaciones con que se encontró en su práctica diaria. Sí. Estudié Medicina en la Autónoma, en la Fundación Jiménez Díaz. Tuvimos que hacer una rotación en psiquiatría, y entrevisté a esquizofrénicos. Algunos eran peligrosos, paranoicos, teníamos que recibirlos acompañados de un guardaespaldas. Y me acuerdo de uno que era inteligentísimo y que estaba encerrado, causándose devastación a sí mismo y a todos los que estaban a su alrededor. Me dije: puedo dedicarme a la psiquiatría o coger la pala e ir a hacer investigación básica sobre los circuitos neuronales para que alguien después pueda entender lo que le pasa a este tipo de paciente.

Algo muy parecido relataba en esta revista Karl Deisseroth, gran pionero de la optogenética, que además de neurobiólogo es psiquiatra. Él mencionaba la frustración del especialista que necesita conocer más del cerebro para no tener que tirar tanto de las medicaciones… Sí, nos conocemos mucho, hemos publicado juntos. El trabajo que hacen los psiquiatras es heroico porque tienen que atender a estos pacientes y solo disponen de tratamientos paliativos, que les quitan algunos de los síntomas, pero no resuelven el problema de fondo. No tenemos el suficiente conocimiento para enfrentarnos a estas cuestiones.

En sus investigaciones con ratones, utilizan ustedes en el laboratorio una droga que circula en según qué ambientes, la ketamina. ¿Es una sustancia peligrosa para las enfermedades mentales? Sí, la utilizamos porque estamos estudiando qué es lo que le hace esta droga al cerebro desde el punto de vista de la actividad de grupos de neuronas. La ketamina se utiliza de manera clínica en los hospitales con un objetivo anestésico; a mí me la han puesto alguna vez y no pasa nada. Yo tranquilizaría a los pacientes. Pero usada como droga recreativa, entre determinadas personas, y en según qué concentraciones, puede dar lugar a brotes esquizoides.

Si Cajal levantara la cabeza, de todo lo que está ocurriendo en torno a la investigación sobre el cerebro, ¿qué cree que es lo que más le sorprendería? Si hay algo que me gustaría, sería hablar con Cajal ahora. Pocos años después de su muerte, dos matemáticos estado­unidenses publicaron un paper que es el comienzo de las redes neuronales. Si Cajal hubiese asistido a eso, hubiera visto que todo encajaba, hubiera sido posible relacionar la gran síntesis que él tenía en su cabeza de todas las partes del sistema nervioso con las posibilidades que dan los circuitos de redes neuronales.

“LA NEUROBIOLOGÍA PUEDE TRAER UNA LIBERACIÓN. UNA VEZ QUE SEPAMOS CÓMO FUNCIONA LA MENTE, NACERÁ UN HUMANISMO RIGUROSO”.

En el año 2005, usted y Javier de Felipe, investigador del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), organizaron una reunión de científicos en Petilla de Aragón, lugar de nacimiento de Cajal. ¿Cómo fue aquello? Cuando los neurobiólogos estudian las células de la corteza cerebral, las describen a su manera y les dan un nombre. Y cada cual tiene su ego, y les pone el suyo propio. Esto nos llevaba a una situación en que no nos entendíamos entre nosotros. Se nos ocurrió empezar a trabajar en una solución común y pensamos en hacer la reunión en la casa de Cajal para que la gente se tragase su ego. Aquí estamos donde nació el maestro, todo el mundo admira a Cajal, ¿no? Pues vamos a ver quién tiene las narices de poner su ego por encima del objetivo común en su casa. Invitamos a 25 personas y nos fuimos a Petilla de Aragón. La gente se puso de acuerdo, no de manera completa, pero sí en la terminología que utilizaríamos para describir las células. De ahí salió la famosa nomenclatura de Petilla. Esa reunión se puede ver como precursora de todo el proyecto BRAIN, que es un poco la misma idea: ponernos de acuerdo entre neurobiólogos en vez de estar peleándonos los unos con los otros.

Detrás de esa reunión, como de la celebrada en la Rockefeller University, está una de las características que más le define, según nos contaba hace poco el investigador Javier de Felipe: que es usted un entusiasta. Soy un apasionado de la ciencia. Estoy feliz de haberme dedicado a ello y espero que mi contribución sea positiva. Volviendo a Cajal, la voluntad y la pasión van muchas veces juntas. Es una cualidad que tenemos muchos españoles, de hecho. Cuando me preguntan por las reuniones y las iniciativas y me dicen: “¡Pero bueno, cómo te metes en todos esos líos!”, yo siempre respondo: “Mira, yo vengo de un país donde la gente corre delante de los toros. No somos un país de miedicas. Es un país donde estamos orgullosos de hacer las cosas con pasión”. Yo intento trasladar a Estados Unidos, a mi esquina de Nueva York, el espíritu de la sociedad que me ha criado. E intento infundírselo también a la gente joven a la que formo.

 

 

sábado, 3 de octubre de 2020

Nicola Gratteri, lecciones de vida


















Me tope por casualidad con Nicola Gratteri al leer un reportaje de él en The Atlantic. Como alguien podía vivir desde el año 1989 con escolta permanente por su lucha contra las diferentes organizaciones criminales en Italia y tener esa fuerza para seguir y seguir su lucha. 

Al final de la entrevista hace una reflexión que él está dentro de una jaula, pero en su mente el es libre, libre de sus elecciones, para pensar y decir lo que otros no se pueden permitir decir. ¿Quién es más libre?
 
Al terminar de leer no pude dejar de buscar más información y tope con este video que me parece una lección moral para todas las sociedades. Es una llamada de atención a todos los países y a todas las personas.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Acciones sobre el futuro del transporte: camiones y furgonetas eléctricas

El sector de la automoción está claro que no se encuentra en el mejor ciclo y estamos ante una transición fomentada por un cambio energético. Pero y si hablamos del sector del transporte como lo son camiones y furgonetas de reparto. ¿Cual es su futuro ? y quienes son los actores principales. Sabemos que no es un mercado tan grande como el de los turismos. Estas y otras preguntas son las que aparecen en este interesante artículo en Barron”s

Se habla de una mezcla entre baterías y células de hidrógeno como el caso de Nikola $NKLA, que ya está desarrollando su fabrica para fabricar camiones de más de 15 toneladas, a diferencia de Tesla $TSLA con su modelo Semi que solo funciona con baterías. En el formato de reparto enfocado en furgonetas nos encontramos con la empresa workhorse $WKHS dedicada a la fabricación de furgonetas, su modelo C-1000 tiene una autonomía de 163km han puesto en marcha un sistema de renting de las furgonetas también incorporan un sistema de conducción autónomo o lo más loco su HorseFly un dron para el transporte de pequeños paquetes. También disponen de un famoso programa para generar rutas de reparto de forma eficiente y están colaborando con la empresa UPS. Lo mismo en uno años la flota de UPS son c-1000. Se han especializado en un nicho de mercado muy concreto y colaborando con grandes actores.



el modelo C-1000

Los grandes de la industria de los camiones pesados son 6 empresas ( Daimler, Volvo, Traton, Paccar, Cummis y Navistar) se reparten el mercado de la siguiente manera:




Al ver estas empresas y como van un paso más lejos y casi podemos ver ese escenario con transporte autónomo, energía verde y un mundo feliz, por que no está pasado ya. Para ello la respuesta so los costes, de cara a la galería vendemos las bondades de la energía verde pero la realidad es que aún no es rentable. Por ejemplo está calculado que para un camión pesado tiene un gasto de 1,80$ por cada milla aprox (1,6km) sin contar conductor ni seguro. Los depósitos tienen más capacidad de carga pero están limitados por el tiempo que puede conducir una persona en USA unas 11 horas, media hora de descanso. Como vemos la batalla por llegar a la conducción autónoma o semi-autónoma sería el cambio más importante en el sector.
Tenemos el problema con las baterías en camiones pesados, a mayor capacidad más baterías requieren y más pesan por lo que la carga se disminuye. Contando la limitación de los ciclos de cargar y la cantidad de KM que hace un camión de larga distancia de momento es caro. Pero por ejemplo para pequeñas furgonetas de reparto o autobuses  si que podría ser una buena solución mientras se desarrollan nuevas baterías.

Los fabricante de células de hidrógeno también están empezando a ver una época dorada.
Ballard Power $BLDP, Bloom Energy $BE o Plug Power $Plug. Están generando un burbuja sin generar grande beneficios por ejemplo $BLDP vendió a china cerca de 7,74$millones para sus flota de autobuses, la tecnología que se esconde detrás algunos analistas creen que es fácil de copiar por otra empresa. Se estima que el coste a futuro podría ser de 28 euros por cada 500km si se llega a este objetivo si que podría ser muy rentable este sistema. Es evidente que también esta afectando a los vendedores de hidrógeno también encontramos algunas celdas que funcionan con gas. Este tipo de tecnología que nos puede parecer algo más extraña esta muy extendida en las carretillas elevadoras.



Son todo incógnitas de por donde va el sector y quienes serán los ganadores; los fabricantes de vehículos necesitan integrar todos los procesos.Mientras que los fabricantes de celdas solo se tienen que centrarse en hacerlas más eficientes y complejas que no puedan copiar y que sean tan eficientes que los fabricantes de vehículos no piensen en hacerlas. Por lo que respecta a los distribuidores de gas e hidrógeno, no tiene que hacer mucho más que venderlo. Ahora bien si quieren apostar fuerte tendrían que centrarse en crear puntos de carga.